La enfermedad COVID-19 es una patología infecciosa causada por un virus que tuvo su origen en China, en la provincia de Wuhan. Su alta contagiosidad ha convertido a este virus en una pandemia mundial. El virus es el SARS-COV-2.
El 30 de Enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la COVID como una Emergencia de salud pública de importancia internacional y la declaró como una epidemia, fue imparable y poco tiempo después se declaró como pandemia mundial.
Cuando llegó a España se produjeron momentos de confusión importantes, nadie había afrontado una crisis como esta. Nuestra sociedad tuvo que recluirse y los hospitales pasaron a tratar una única enfermedad. La medicina moderna nunca se había enfrentado a algo así. Se comparó la situación con una guerra, donde los profesionales de la salud y la sociedad hicieron lo que pudieron. Unas semanas después, con la situación un poco más controlada, parece que no hemos aprendido nada. Nuestros jefes, directores y políticos siguen con el acción-reacción, en vez de intentar adelantarse a los problemas.
DESASTRE EMOCIONAL
La SOCAMPAR (Sociedad Castellanomanchega de Patología Respiratoria) hizo un estudio para comprobar cómo nos había afectado esta situación a los santitarios que trabajamos en respiratorio. Toda la información la podéis encontrar en el artículo de la Revista Socampar: “COVID y los profesionales de patología respiratoria en Castilla-La Mancha”
Los profesionales de la patología respiratoria tuvieron miedo, se encontraron sobrepasados en el trabajo y se encontraron poco protegidos y apoyados por sus superiores y organizadores.
Se ha vivido una situación caótica y excepcional con un grado de estrés inasumible, la actualidad es un momento de descontrol y nerviosismo donde se observa como las formas de actuar anteriores han quedado obsoletas y existe una incertidumbre sin precedentes en el panorama futuro, en el que se vislumbra un cambio de la forma y gestión sociosanitaria.
¿QUÉ HACER?
Hay que verbalizar y hacer florecer las inquietudes y emociones en el sector sanitario de respiratorio en Castilla-La Mancha y dotar de armas para afrontarlas de forma adecuada.
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