La curva era ascendente, las posibilidades inmensas, la materia prima increíble, la fuerza humana arrolladora, los mejores en toda la región, la envidia de los popes.

            Cuatro años después, sólo desidia y desgana, tristeza y desánimo cuando miras atrás, lo que deberíamos haber sido y lo que somos, y lo peor, lo que seremos.

            Me pregunto si ya sólo queda mirarte el ombligo y pensar en salvar tu ropa. Mirar hacia delante duele, mirar hacia atrás te desgarra.

            Eramos una promesa, una estrella brillante cuya luz aún alumbra tenuemente, tardará tiempo en apagarse, pero estamos consiguiéndolo, volviéndonos irrelevantes. Nosotros que estábamos para liderar, hemos bajado la cabeza y hemos sido el rebaño. La primera posición la cedimos, pero no ocupamos ni la segunda ni la tercera, ahora descubrimos que ni siquiera estábamos en la cuarta.

la decadencia
parábola invertida

            El problema no es no haberlo previsto, el problema es que ni siquiera estábamos preparados, el problema es que no nos hemos adaptado, y ahora el problema es que no conseguiremos cambiar.

            Nos han dado mil oportunidades, no hemos cogido ninguna. Hemos luchado de forma individual y a destiempo, nuestro peor enemigo eran los que teníamos en la cabeza. Una cabeza que no pensaba por sí misma, sólo un cable conductor de los que no entienden cual debe ser y cual debió ser nuestro puesto. Un tope sobre el que se estampaban nuestros esfuerzos individuales.

            Los últimos que vinieron están deseando irse, algunos ya se han ido, no podemos estimularlos, no tenemos proyectos, no tenemos lugar ni para los que estamos.

            Por favor, haz que me equivoque, o por lo menos que una segunda ola de desgracias no deje en evidencia nuestra decadencia de forma tan precoz.

            ¿Y dónde voy a dejar mi escrito?¿ Dónde acabarán mis pensamientos?. Da igual, yo ya he abandonado. Tengo un plan B eventual, un plan B en crecimiento, un plan B que finalmente se topará con la realidad, que por mucho que brille con luz propia, se hundirá en las arenas movedizas donde nos encontramos.

            Cuanto lo siento.

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